Pucha como se paso el fin de año volando. Literalmente volando, porque el 22 de diciembre cuando Dave termino sus examenes, nos subimos a un avion y nos fuimos a visitar a su familia en St. Johns, Newfoundland.
Donde queda eso? En la loma del peludo, a la derecha...Si, es muy lejos, es una isla, y si quieren saber mas lo buscan en google maps y wikipedia para mas detalles.
A todo esto era mi primer encuentro con mi famila politica! Asi que iba bastante nerviosa, hay que caerle bien a la suegra y a la cuñada, ante todo!
Por suerte, cuando llegamos nos estaban esperando con una sonrisota y a partir de ese momento todo salio fenomenal.
Es mas, no es por alardear pero mi suegrita y mi cuñada son lo mas, me mimaron a mas no poder, hasta nos fuimos de compras juntas las tres!!
Nos organizaron una fiesta de bienvenida con amigos, y hasta el papa de Dave se quedo tomando unos tragos hasta altas horas de la madrugada con nosotros, un capo!
Hacia un frio terrible, como es de esperarse por estos pagos, pero sin nieve, mucho viento y lluvia, que me hizo acordar a la humedad de Buenos Aires y el viento de Chubut, las dos peores cosas de ambos, todo en uno...
El dia de Noche Buena, fuimos todos juntos a la celebracion de Navidad de la Iglesia Anglicana, que es casi identica a la nuestra. Fue muy dificil no emocionarme, extrañe mucho a mi familia, y cuando cantaron Noche de Paz en ingles, se me cayeron unos cuantos lagrimones.
Al dia siguiente a la mañana el arbolito de Navidad rebalsaba de regalos! No los conte, pero este Papa Noel se vino con muchos regalos bajo el brazo. Tanto que tuvimos que traernos una valija llena de los regalitos que nos dejo.
A la noche, el tradicional pavo que estaba riquisimo, y una cena familar con tios y primos. Pensar que en Argentina cuando nos juntamos en familia somos mas de cuarenta, y en Canada solo eramos 9!!!
Los dias siguientes nos dedicamos a hacer vida en familia, y algunos paseitos, aunque mucho no se podia salir.
St Johns es una ciudad lindisima, con sus casitas de diferentes colores en el downtown y el mar con acantilados y olas de 20 mentros de altura que te dejan boquiabierto y congelado al mismo tiempo.
Nuestra primera visita pero no la ultima, la familia nos espera ansiosa otra vez!
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